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El dato lo ha proporcionado la Agencia Andaluza de la Energía, que señala además que, entre 2007 y 2019, la región ha incrementado el uso de energías renovables en más de un 250%. La Agencia ha analizado el estado de la energía en la región para facilitar toda esa información al grupo de redacción de la Estrategia Energética de Andalucía, documento que ha de identificar las prioridades de actuación del Gobierno andaluz (en esa materia: la energía) durante los próximos diez años. La primera reunión de este grupo acaba de tener lugar.

La primera reunión del grupo de trabajo de redacción de este documento de planificación energética tuvo lugar la semana pasada. El encuentro -informa la Agencia- llega tras un proceso en el que han participado empresas, ciudadanos y administraciones, que han aportado sus diferentes perspectivas. Una vez conocidos los datos contenidos en el informe de la Agencia y las aportaciones de los diferentes agentes del sector, el grupo de redacción de la Estrategia Energética de Andalucía está volcado en la determinacilón de las prioridades de actuación hasta 2030, que deben conducir a la región a un escenario energético “más eficiente y neutro en carbono”.

El grupo de trabajo en cuestión está constituido por las Consejerías de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible; Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades; Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio; y Salud y Familias; además de por el Comisionado para el Cambio Climático y Modelo Energético. Colabora con el grupo en el proceso de elaboración de la futura Estrategia la Consejería de Hacienda y Financiación Europea, a través de la susodicha Agencia Andaluza de la Energía (y de la Dirección General de Energía).

Partiendo del diagnóstico previo de la situación energética realizado por la Agencia Andaluza de la Energía (que actúa, además, como Oficina Técnica en todo el proceso de elaboración de la Estrategia), los participantes han debatido durante este primer encuentro sobre los aspectos del sistema energético actual que dificultan u obstaculizan la transición energética, así como sobre las necesidades y retos que han de ser abordados en el marco de la futura Estrategia.

Según la Agencia Andaluza de la Energía, las prioridades destacadas por el Grupo de Redacción de la Estrategia en esta primera reunión son, “entre otras”
1. el aprovechamiento del potencial renovable disponible en Andalucía a través de una mayor electrificación de la demanda de energía;

2. la necesidad de usar la energía de manera más eficiente;

3. el empleo de la energía como palanca para hacer a la industria andaluza más competitiva;

4. el desarrollo de infraestructuras energéticas para mejorar el suministro;

5. la necesidad de compatibilizar la transición energética con las actividades tradicionales y la conservación de la biodiversidad; y

6. ampliar el conocimiento y la participación de toda la sociedad en las cuestiones energéticas.

Andalucía ha reducido un 30% el consumo de fósiles
Según los datos ofrecidos por la Agencia Andaluza de la Energía, la Comunidad Autónoma ha incrementado en un 250% el consumo de fuentes renovables en el periodo 2007-2019, reduciendo en más de un 30% el consumo de combustibles fósiles. Asimismo, el 39% de la electricidad producida en 2019 fue de origen renovable, lo que indica que la dependencia de los combustibles fósiles va descendiendo en la generación eléctrica. Sin embargo -matizan desde la Agencia-, queda aún “mucho por avanzar”, porque los combustibles fósiles todavía suponen más de las tres cuartas partes del consumo total de la Comunidad, algo que se acentúa en el sector transporte, donde el 94% de su demanda energética se abastece mediante productos petrolíferos.

Por ello, durante la reunión del grupo de trabajo de redacción de la Estrategia, se han incluido entre las prioridades de actuación el aumentar los usos eléctricos para aprovechar el potencial renovable autóctono disponible, dando cabida a otros vectores energéticos a partir de fuentes renovables, mejorando las infraestructuras existentes de manera respetuosa con el medio ambiente y con otras actividades productivas de carácter más tradicional que deben coexistir en el territorio.

Sensibilizar a la ciudadanía
Diversos componentes del grupo de trabajo -informa la Agencia- han comentado la necesidad de “impulsar un cambio de conciencia en la sociedad andaluza, a través de la educación por la sostenibilidad y el consumo responsable, convirtiéndola en motor de impulso de la transición energética; considerando imprescindible formar e informar a la ciudadanía para que pueda tomar las decisiones más adecuadas sobre el uso de la energía”.

Renovables
Otra prioridad que se ha identificado es la de optar por un modelo de consumo bajo en carbono, basado en la energía de origen renovable a un precio asequible, ya sea a través de la red convencional, de instalaciones propias de autoconsumo o mediante nuevas estructuras de generación y consumo compartidas, tales como las comunidades energéticas locales.

Mejorar la cualificación y la formación profesional
Otras prioridades destacadas durante la reunión han sido (1) impulsar una mayor actividad innovadora en el sector empresarial energético; (2) utilizar la Estrategia Energética como herramienta para el fomento y desarrollo de una industria andaluza competitiva y sostenible; y (3) mejorar la cualificación y la formación profesional para abordar esta transición energética hacia un nuevo modelo neutro en carbono, que sirva de impulso para el crecimiento económico y la generación de empleo.

Eficiencia
En la reunión también se ha puesto de manifiesto la importancia de trabajar para seguir mejorando la eficiencia energética del sistema. En este sentido, en 2019 se consumió un 13% menos de energía que en 2007 para producir una unidad económica de PIB, denominada intensidad energética, pero esta -señalan desde la Agencia- todavía está por encima de la media nacional y europea, lo que supone que tiene margen de mejora: “esto es determinante para conseguir una reducción del consumo de energía que contribuya al cumplimiento de los objetivos energéticos de la Unión Europea y clave a la hora de incrementar la competitividad empresarial y reducir el impacto del coste energético en la factura doméstica”.

Más recursos para la administración
En lo que respecta a la administración, los integrantes del grupo de trabajo que elabora la Estrategia han puesto de relieve en esta primera reunión la necesidad de dotarla de los recursos suficientes y de actualizar los conocimientos de sus técnicos, así como de agilizar y coordinar las actuaciones entre los diferentes departamentos, posibilitando que empresas y ciudadanía puedan aprovechar las oportunidades que la transición energética ofrece. En este ámbito han recalcado la necesidad de continuar con el trabajo “de mejora de la eficiencia energética y de aprovechamiento de renovables en los edificios públicos”.

Según la Agencia Andaluza de la Energía, “teniendo como referencia todos estos parámetros, se definirán los objetivos y el desarrollo programático y operativo de actuación del Gobierno andaluz en los próximos años en el marco de su política energética, necesarios para avanzar en el camino hacia la sostenibilidad que está recorriendo Andalucía”.

Fuente: energias-renovables.com

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